Ep14. Elecciones en Estados Unidos
El 3 de noviembre, Estados Unidos vuelve a las urnas para decidir el nombre del próximo presidente. ¿Revalidará su cargo el actual, Donald Trump? ¿Será el momento de Joe Biden, vicepresidente en la era Obama? ¿Qué se juega el país? En este capítulo de Bola de Cristal te contamos todos los detalles con la ayuda del periodista Guillermo Fesser.
Aunque este tema, evidentemente, tiene miles de aristas y vertientes, una de las cosas que nos llaman la atención es que los dos candidatos son ya septuagenarios. Donald Trump llega a estas elecciones con 74 años (cumplirá 75 el 14 de junio de 2021). Joe Biden, el candidato demócrata ,tiene 77 y cumple años el 20 de noviembre, así que si gana se proclamará presidente con 78 años. Pensamos que aquí hay dos lecturas claras:
Lo primero es que como cada vez vivimos más años, aspirar a un trabajo como el de presidente del país más poderoso del mundo con 78 años es algo relativamente normal. Que tomen nota las empresas edadistas que descartan a muchos candidatos de 45 por considerarlos “mayores”.
La segunda es que, ahora que nos llenamos la boca hablando de millennials y de Generación Z, es interesante pensar en que estos dos candidatos nacieron en plena Segunda Guerra Mundial. Es un verdadero reto, sobre todo para sus equipos de campaña, que sean capaces de conectar con audiencias más jóvenes, sobre todo teniendo en cuenta que puede haber 60 años de diferencia con un votante de 18.
En relación a lo anterior, y por dar contexto, recordemos que Barack Obama tenía 47 años cuando fue nominado presidente (precisamente con Joe Biden como vicepresidente). Su predecesor, George Bush, tenía 54 cuando accedió al cargo, Blil Clinton sumaba 47 y George Bush padre, 65 cuando accedió a la presidencia en 1989. Y es que, fíjate, si ya a Reagan le acusaron de ser “viejo” cuando fue nombrado presidente en 1981 y “solo” tenía 70 años.
Algunos datos sobre los últimos 4 años de la presidencia de Trump.
Bajo la presidencia de Donald Trump, Estados Unidos ha llegado a 129 meses de crecimiento económico sostenido. La pandemia del coronavirus ha liquidado el periodo de prosperidad más largo de la economía del país, así que Trump tiene motivos más que evidentes para estar “fastidiado”, por no decir otra cosa, por cómo la pandemia afectará a las elecciones. Porque con estos datos, parecía un triunfo fácil, pero ahora ya no lo es. Y es que en febrero el paro registró una tasa del 3,5% de desempleo, un mínimo histórico. Pero solo unas semanas después, en abril, tocó el 14,7%, máximo desde la Gran Depresión de 1929… Todo esto por culpa de, como diría Trump, el “virus chino”. Claro es que, uno de los peros viene porque, como en tantos otros países, la gestión de la pandemia ha tenido muchas críticas. Probablemente, como en tantos otros países, porque aparentemente nadie en el poder fue capaz de ver la magnitud de la pandemia. Y es que hay quien dice que esto es el mayor fallo de la inteligencia americana desde la tragedia de Pearl Harbour. Quizás sí, porque desde luego las cifras han sido brutales en Estados Unidos, con más de 6 millones y medio de contagiados y casi 200.000 muertes a fecha de la grabación del episodio, y con el invierno por delante.
El tercer asunto que nos ha ocupado en estos meses ha sido la gestión de los conflictos raciales, que de repente se han convertido en noticia en todo el mundo por las muertes de personas de raza negra a manos de la policía. Una sacudida que llevaba varios años fraguándose pero que ahora ha tenido eco mundial, amplificado sin duda por los ídolos de deportes como la NBA.
Guerra comercial y tecnológica con China que todos conocemos.
Bueno, un cóctel interesante. Evidentemente en Estados Unidos pasan muchas más cosas de las que aquí nos llegan y, desde luego, nada como estar allí para saberlas. Por eso hemos pensado que la visión de los españoles que viven allí puede ser un buen termómetro para entender cómo es la política en Estados Unidos y qué podemos esperar de las elecciones del próximo 3 de noviembre.